Emigrar y empezar de nuevo: cómo cuidar de ti misma durante la adaptación
Adaptarse a un nuevo país no es solo cuestión de papeles, idioma o trabajo. Es también un viaje emocional. Muchas personas se sienten culpables por no estar «agradecidas todo el tiempo» o por no «disfrutar» cada momento de su nueva vida, pero adaptarse implica también perder, dudar y reconstruirse.
Cuidar ti misma y tus emociones en este proceso incluye:
Establecer límites con las exigencias externas y las expectativas irreales
Reconocer tus logros pequeños (levantarte de la cama, ir al supermercado, hacer un trámite o pedir ayuda)
Aceptar tus emociones como válidas
Buscar espacios donde puedas hablar en tu idioma y expresarte sin filtros
No necesitas estar mal para buscar acompañamiento terapéutico. Muchas veces, la terapia es ese espacio seguro para reorganizarte por dentro mientras todo cambia por fuera.
Contar con un espacio terapéutico especializado en procesos migratorios puede ayudarte a transitar con mayor claridad y cuidado los desafíos emocionales de adaptarte a una nueva vida en otro país.